domingo, 21 de octubre de 2012

FORMAS DE CUIDAR EL MEDIO AMBIENTE



 Formas De Cuidado del medio ambiente








El cuidado del ambiente es responsabilidad de cada uno de nosotros, especialmente ahora cuando el calentamiento global, la disposición de agua, la deforestación, los patrones de producción y consumo, entre otros problemas, representan retos importantes para la humanidad. 

Cuidar el medio ambiente es una labor que puede parecer demasiado compleja o grande para realizarla solos, pero existen muchas pequeñas acciones 
que podemos emprender por nosotros mismos para aportar un grano de arena a la lucha por preservar el delicado balance de la vida en el planeta.


El agua es el sustento de la vida, pero es un recurso limitado. Con nuestros hábitos y actividades la estamos contaminando. Todos debemos humano.

• Revisa regularmente las instalaciones hidrosanitarias y equipos para detectar fugas.
• Las manchas por humedad en paredes y techos generalmente cuidarla y usarla adecuadamente. ¡Actuemos hoy para tener agua mañana! La mayor parte del agua es salada y no la podemos usar directamente en actividades humanas. Casi toda el agua dulce se encuentra congelada en los polos y sólo una mínima parte está disponible para consumo son señales de fugas y pueden afectar tu casa.
• Cuida que las llaves del agua queden siempre bien cerradas después de usarlas.
• Cambia los empaques cuando sea necesario.
• Instala economizadores de agua en regadera, escusado y fregadero; son fáciles de colocar y los puedes comprar en tiendas de autoservicio, tlapalerías o ferreterías.
• Báñate en el menor tiempo posible. Cierra las llaves del agua mientras te enjabonas o afeitas. Ábrelas sólo para enjuagarte.
• Coloca una cubeta para recoger el agua fría mientras sale la caliente; puedes usarla para limpiar la casa, el coche o regar las plantas.
• O elige bañarte con una cubeta de agua, puedes asearte perfectamente con 20 litros. Usar mucha agua no significa bañarse mejor, sino mucho desperdicio.
• Para cepillarte y enjuagarte los dientes usa un vaso de agua. Si no cierras la llave mientras te lavas los dientes, se desperdician más de 7 litros de agua.
• Al afeitarte, enjuaga y limpia el rastrillo o navaja en un recipiente o usa el tapón del lavabo, no lo
hagas con el chorro del agua.

• Cambia el tanque de 16 litros de agua por el de seis litros.
• O en su caso, coloca en la caja dos botellas llenas de agua de dos litros o un tabique para ahorrar algunos litros en cada descarga.
• Usa algún desodorante sólido o líquido para el escusado; podrás acumular algunas descargas de orina, eliminando malos olores, antes de dejar correr el agua.
• Vigila periódicamente el adecuado funcionamiento del mecanismo de la caja de agua del escusado.
• Pon un colorante en la caja del escusado para identificar fugas; si se filtra hacia el retrete sin accionar la palanca hay una fuga.
• No utilices la taza del baño como basurero. No desperdicies agua para tirar colillas, pañuelos desechables, toallas femeninas, algodón o hisopos.
• Si depositas el papel higiénico en el escusado, cómpralo blanco,
Ya que el de color contamina el agua.
• Limpia pisos, paredes y vidrios con dos cubetas de agua; una para limpiar y otra para enjuagar. No abuses de los productos de limpieza.
• Aprovecha el agua jabonosa para lavar los escusados.
• Si la del enjuague está libre de productos de limpieza, utilízala para regar las plantas o el jardín.
• Antes de lavar los trastos retira los residuos orgánicos (comida) y deposítalos en un bote o bolsa; no los arrojes por el drenaje ni los revuelvas con los residuos inorgánicos (plásticos, papel, cartón, etcétera).
• Remoja los trastos de una sola vez; si tienen mucha grasa utiliza agua caliente. Enjabónalos con la llave cerrada y enjuágalos rápidamente bajo un chorro moderado.
• Lava las verduras en un recipiente con agua; tállalas con los dedos o con un cepillo y desinféctalas. Reutiliza esa agua para el escusado o regar plantas o el jardín.
• Para calentar o hervir agua sólo llena lo necesario el recipiente; evita que el agua se derrame.
• Para cocinar alimentos usa sólo el agua indispensable en una cazuela y tápala.
• Con el agua que utilizaste para cocer los vegetales puedes preparar sopas.
• Si se te cae algún cubo de hielo o si te sobra alguno en tu vaso, no lo eches en el fregadero, mejor colócalo en una planta de la casa.



Fuentes de energía




Las fuentes de energía son elaboraciones naturales más o menos complejas de las que el ser humano puede extraer energía para realizar un determinado trabajo u obtener alguna utilidad. Por ejemplo el viento, el agua y el sol, entre otros.
Desde la prehistoria, cuando la humanidad descubrió el fuego para calentarse y asar los alimentos, pasando por la Edad Media en la que construía molinos de viento para moler el trigo, hasta la época moderna en la que se puede obtener energía eléctrica fisionando el átomo, el hombre ha buscado incesantemente fuentes de energía de las que sacar algún provecho para nuestros días, que han sido los combustibles fósiles; por un lado el carbón para alimentar las máquinas de vapor industriales y de tracción ferrocarril así como los hogares, y por otro, el petróleo y sus derivados en la industria y el transporte (principalmente el automóvil), si bien éstas convivieron con aprovechamientos a menor escala de la energía eólica, hidráulica y la biomasa. Dicho modelo de desarrollo, sin embargo, está abocado al agotamiento de los recursos fósiles, sin posible reposición, pues serían necesarios períodos de millones de años para su formación.
Las fuentes de energía se clasifican en:
Renovables: Pueden utilizarse de manera continuada para producir energía, bien porque se regeneran fácilmente (biomasa) o porque son una fuente inagotable (solar)
No renovables: Una vez utilizadas tardan muchísimo tiempo en regenerarse.
Este tipo de clasificación tiene como base el ritmo de consumo de energía que el ser humano requiere para poder vivir. Se denomina renovable al tipo de energía que cumple con la demanda energética requerida por el ser humano pero al mismo tiempo es una fuente que se regenera más rápido de lo que se consume.
Caso contrario ocurre con la energía no renovable, que si bien cumple con la demanda energética en este momento, su demanda aumentará y su oferta disminuirá ya que se consume más rápido de lo que se regenera.


La búsqueda de fuentes de energía inagotables y el intento de los países industrializados de fortalecer sus economías nacionales reduciendo su dependencia de los combustibles fósiles, concentrados en territorios extranjeros tras la explotación y casi agotamiento de los recursos propios, les llevó a la adopción de la energía nuclear y en aquellos con suficientes recursos hídricos, al aprovechamiento hidráulico intensivo de sus cursos de agua.
A finales del siglo XX se comenzó a cuestionar el modelo energético imperante por dos motivos:
Los problemas medioambientales suscitados por la combustión de combustibles fósiles, como los episodios de esmog de grandes urbes como Londres o Los Ángeles, o el calentamiento global del planeta.
Los riesgos del uso de la energía nuclear, puestos de manifiesto en accidentes como Chernóbil.
Las energías limpias son aquellas que reducen drásticamente los impactos ambientales producidos, entre las que cabe citar el aprovechamiento de:
La energía solar, el sol produce luz y calor. Todos los seres vivos necesitan luz solar para vivir. Y en la actualidad se utiliza la luz y el calor del sol para producir energía eléctrica, sobre todo en las viviendas.
La energía eólica, antiguamente se usaba para mover los objetos, por ejemplo, los barcos de vela. Actualmente lo utilizamos para producir electricidad. En las centrales eólicas el viento mueve las aspas de los molinos y este movimiento se transforma en electricidad.
Los ríos y corrientes de agua dulce: energía hidráulica
Los mares y océanos: energía mareomotriz
El calor de la Tierra: energía geotérmica
La energía del núcleo de los átomos radioactivos: energía nuclear
La materia orgánica: biomasa
Los combustibles: energía química, los combustibles son materiales que pueden arder. La leña, el carbón y el gas natural son combustibles. Estos poseen energía química: cuando arden se desprenden energía luminosa y calorífica. Esta energía puede transformarse en movimiento cuando los combustibles se utilizan por el funcionamiento de un motor.
Todas ellas renovables, excepto la energía nuclear, por ser su combustible principal, el uranio, un mineral.
Con respecto a las llamadas energías alternativas (eólica, solar, hidráulica, biomasa, mareomotriz y geotérmica), cabe señalar que su explotación a escala industrial, es fuertemente contestada incluso por grupos ecologistas, dado que los impactos medioambientales de estas instalaciones y las líneas de distribución de energía eléctrica que precisan pueden llegar a ser importantes, especialmente, si como ocurre con frecuencia (caso de la energía eólica) se ocupan espacios naturales que habían permanecido ajenos al hombre.
Las fuentes de energía pueden ser renovables y no renovables. Las renovables, como el Sol, permiten una explotación ilimitada, ya que la naturaleza las renueva constantemente. Las no renovables como el carbón, aprovechan recursos naturales cuyas reservas disminuyen con la explotación, lo que las convierte en fuentes de energía con poco futuro, ya que sus reservas se están viendo reducidas drásticamente.



Explotación de recursos naturales





También es cierto que la palabra explotación puede referirse al uso racional de algo; pero es conveniente, dado que la palabra admite varios sentidos, indicar si la explotación es positiva o negativa, racional o irracional; según cómo se la desee adjetivar o según el sentido que se le pretenda dar.
La explotación de los recursos terrestres por parte del hombre sobrepasa ya en un 25% la capacidad regenerativa del planeta, según el informe Planeta Vivo, elaborado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). De seguir esta tendencia, en 2050 la humanidad estará usando dos veces el valor de los recursos naturales de la Tierra.

La actividad minera y la explotación de recursos geológicos tales como el carbón, el petróleo, el gas natural y la energía de fisión nuclear generan residuos contaminantes que alteran el medio ambiente.
A escala mundial, el 75 % de la energía que consume la humanidad se obtiene solo de tres fuentes energéticas: el carbón, el petróleo y el gas natural. Estos tres combustibles se denominan combustibles fósiles.


                                                         

En la actualidad, el uso del carbón está en declive, pero no sucede así con el petróleo y el gas natural. La explotación de estos recursos es tan intensa que, según los expertos, podrían agotarse en un plazo breve. Hay quien afirma que apenas nos quedan 40 años de explotación de los recursos petrolíferos.
Este hecho se debe a que todos estos recursos minerales han tardado millones de años en formarse. En cambio, han bastado algo más de 200 años (desde que la humanidad utiliza máquinas que consumen estos combustibles) para que se alcance una situación de alarma por el previsible agotamiento de los mismos.
La madera y el carbón vegetal (es decir, aquel que se obtiene de quemar madera) fueron las primeras fuentes de energía empleadas por las personas y, durante muchos siglos, prácticamente las únicas. Luego se descubrió que el carbón mineral (el que se extrae de las minas) es mucho más eficiente.



                               Necesidad de explotar recursos naturales


Es la obtención de los recursos que necesita el hombre para satisfacer sus necesidades. Cuando los recursos son obtenidos de la Naturaleza y no han sido generados por la manipulación del hombre se habla de la explotación de los recursos naturales. Entre las actividades de explotación de estos recursos tenemos: los cultivos, la extracción de minerales, la industria forestal (tala de árboles), la ganadería y la pesca. La explotación es una actividad humana que esencialmente no cambia las características del material sujeto a explotación, como lo hacen las empresas que transforman estos recursos en productos para el consumo. Estos productos ya no serían recursos naturales.





El tema que desarrollaremos a continuación es sobre los recursos naturales y su respectiva definición de cada uno de los temas interesantes que forman parte de los recursos naturales. Existen actividades productivas también pueden afectar los recursos naturales. Este es el caso de las industrias que vierten sus desechos tóxicos en los ríos cercanos, lo que provoca la muerte de los peces, dañando de esta manera un recurso que es el agua y perjudicando otra actividad productiva como la pesca.
Con respecto a la definición sobre los recursos naturales, se puede decir que:
"Los recursos naturales son los elementos y fuerzas de la naturaleza que el hombre puede utilizar y aprovechar"
Se dicen que todos los recursos son abundantes, solo el petróleo se esta agotando, pero hay muchas fuentes alternativas, también se dice que:
"Son todos los elementos naturales capaces de satisfacer las necesidades humanas a biológicas que debemos utilizar de manera sostenibles a fin de evitar su desaparición total




Explotación desmesurada

  
                                           
                                              



Intervenciones en los bosques, los campos y las fuentes de agua, a manos de proyectos hidroeléctricos, mineros y monocultivos. Frente a la dimensión dramática de la pobreza hecha visible recientemente por la hambruna y la crisis alimentaria en varias regiones de nuestro país.

Las plantaciones para biocombustibles, el derrame de petróleo en el Golfo de México, o la contaminación por Aluminio en el Río Danubio en Hungría, son ejemplos de cómo la explotación desmesurada de recursos naturales tiene un efecto directo en la migración forzada de personas, un fenómeno que se a su vez se ve agravado por los efectos del Calentamiento Global.
"Los movimientos sociales estamos seguros de que la explotación desmesurada de los recursos del planeta, y el consumismo desbordado, está generando efectos nefastos y nocivos para la mayoría de las poblaciones, y casi siempre para los sectores en mayor situación de vulnerabilidad", sostuvo Rojas.
El experto añadió que por ejemplo "el terremoto en Haití ha provocado el desplazamiento de 1 millón de personas. En México, en Perú, en Guatemala, en Colombia, hay por estos días graves inundaciones que parecen incrementarse en la medida que se demuestra el calentamiento global".
En otro tema, dentro del contexto Latinoamericano, el conflicto armado en Colombia ha dejado varias oleadas de desplazados que se han transformado en migrantes forzados hacia los países vecinos.
Rojas afirmó que "Colombia es el país de origen de la mayoría de los refugiados que intentan buscar asilo en los países de América Latina, en un orden que es alarmante: en Ecuador hay 53 mil refugiados reconidos por el Gobierno, pero también 36 mil en Estados Unidos, 13 mil en Canadá y 10 mil 200 en Costa Rica, y más de 2000 reconocidos entre Panamá y Venezuela".




Recursos más explotados


                                   
                                    

Los seres humanos hemos utilizado pródigamente los recursos naturales, pero hay que cambiar a los recursos renovables:

A)Disminución de superficies utilizables:
La población humana se ha visto forzada, en este último siglo a modificar los espacios naturales, como por ejemplo los suelos:
Los suelos han sido explotados por el hombre durante milenios, y constituyen un potencial de fertilidad que se puede mantener e incluso mejorar gracias a técnicas de aprovechamiento adaptadas a la naturaleza de cada suelo. Los paisajes agrícolas y los equilibrios agrosilvopastoriles suelen reflejar la elección ancestral que el hombre ha realizado en materia de destino y utilización de las tierras, guiándose por criterios físicos y por situación topográfica en el paisaje.

Actualmente mediante una mejor apreciación de la utilización y del valor de los suelos, la edafología establece planes de aprovechamiento racional apoyados en la distinción fundamental entre sectores de agricultura intensiva, de bosques de producción y de perímetros de protección(forestal o no).
Este tipo de política de aprovechamiento de espacio rural asegura la optimización de los sistemas de cultivos y la protección de los recursos de la tierra.
B) Agotamiento de minerales:
Combustibles fósiles y minerales, están tratados como si fueran recursos inagotables. Los expertos admiten que si se sigue con esos gastos, poco a poco se irán agotando estos recursos. Pero no todos los minerales están igualmente amenazados, como el hierro y el magnesio, son relativamente abundantes; otros como el cobre, el plomo y el cinc, son menos abundantes aunque no tienen peligro de agotamiento, sin embargo la plata, el estaño y el platino, son muy escasos.


                                

C) La extracción de madera:
Por ello se produce la: Deforestación, destrucción a gran escala del bosque por la acción humana. Avanza a un ritmo de unos 17 millones de ha al año (superficie que supera a la de Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte juntas). Entre 1980 y 1990, las tasas anuales de deforestación fueron de un 1,2% en Asia y el Pacífico, un 0,8% en Latinoamérica y un 0,7% en África. La superficie forestal está, en general, estabilizada en Europa y América del Norte, aunque la velocidad de transición del bosque antiguo a otras formas en América del Norte es elevada. La deforestación afecta al medio de vida de entre 200 y 500 millones de personas que dependen de los bosques para obtener comida, abrigo y combustible. La deforestación y la degradación pueden contribuir a los desequilibrios climáticos regionales y globales. Los bosques desempeñan un papel clave en el almacenamiento del carbono; si se eliminan, el exceso de dióxido de carbono en la atmósfera puede llevar a un calentamiento global de la Tierra, con multitud de efectos secundarios problemáticos. Los procesos de deforestación son, por lo general, más destructivos en los trópicos. La mayor parte de los suelos forestales tropicales son mucho menos fértiles que los de las regiones templadas y resultan fácilmente erosionables al proceso de lixiviación, causado por la elevada pluviosidad que impide la acumulación de nutrientes en el suelo. No obstante, las políticas coloniales se basaban en el supuesto, equivocado, de que un bosque exuberante significaba suelos fértiles. Pretendían conquistar los bosques, sobre todo para destinarlos a los cultivos comerciales y la agricultura, y han dejado un legado de suelos exhaustos. La deforestación para obtener leña constituye un problema en las áreas más secas de África, el Himalaya y los Andes. La deforestación para plantaciones de árboles ha sido significativa en el Sudeste asiático y Sudamérica. Los silvicultores de todo el mundo han talado bosques naturales para abrir hueco a plantaciones más rentables en la producción maderera, pero hoy son más conscientes del coste social y ambiental que esta actitud representa. Actualmente están surgiendo propuestas voluntarias, basadas en el mercado, como la certificación forestal y el etiquetado de la madera, para favorecer a aquellos productos que provienen de una gestión sostenible de los bosques. En nuestros días, existe acuerdo en que, dado que la deforestación es el resultado de muchas acciones directas activadas por muchas causas fundamentales, la acción en un único frente difícilmente podrá resolver el problema. Son necesarios muchos esfuerzos para implantar una gestión forestal sostenible, equilibrando objetivos ambientales, sociales y económicos.
D) La sobreexplotación de especies marinas:

                 
                     



Siempre hemos creído que el mar es inagotable, pero esta teoría no es cierta. Muchas especies corren peligro de extinción, y las pescas son cada vez más escasas debido a la reducción de paulatina del tamaño de las mallas, al aumento de buques pesqueros y al descontrol en general.
Todo esto perjudica a la gran cantidad de especies marinas que viven en nuestros mares, que cada vez son menos. Si no se cumplen las normas establecidas las consecuencias pueden ser muy graves.
E) La caza y el comercio de especies protegidas:
Todos los años, por el mes de Octubre miles de cazadores salen a matar animales, suelen cazar unos: 16 millones de conejos y liebres, 5 millones de perdices, 7 millones entre palomas, tórtolas, jilgueros, codornices, zorzales, etc. Y más de 60000 animales de caza mayor. Se han efectuado algunos esfuerzos privados y gubernamentales dirigidos a salvar especies en vía de extinción. Una propuesta inmediata es la protección de especies a través de la legislación. Además, son importantes los esfuerzos que se realizan a través de los convenios internacionales, de las publicaciones de `listas rojas' o catálogos de las especies amenazadas. Sin embargo, en algunos países la eficacia de estas leyes depende de la aplicación y apoyo que reciben de la población y de los tribunales. Debido a que su aplicación no es totalmente estricta, a la negligencia de algunos segmentos de la sociedad que consienten el comercio con especies amenazadas, y a que las actividades de cazadores furtivos y traficantes sin escrúpulos facilitan este comercio, el futuro de muchas especies, a pesar de su protección legal, es incierto.
Otros de los peligros que acechan a millones de animales y plantas en todo el mundo, es el comercio que se hace con ellos, este negocio es ilegal pero obtiene muchas ganancias.
Hay otras personas que comercian con sus restos: pieles, colmillos, carey, etc. Otros obtienen productos derivados cinturones, bolsos de piel, abrigos, etc.



Nuevas tecnologías



  
Pero este estudio internacional ofrece posibles medidas paliativas para invertir la tendencia negativa experimentada por los ecosistemas terrestres, como la aplicación de nuevas tecnologías para producir energías renovables. Según este grupo de científicos, existen ya tecnologías que podrían reducir notablemente el consumo de energía para transporte y viviendas, manteniendo el mismo nivel de servicio.



                          



Al mismo tiempo, este trabajo muestra algunas de las limitaciones de las políticas medioambientales de los Gobiernos, ya que ninguno realiza estimaciones para averiguar hasta qué punto realizan un uso de los recursos disponibles dentro de los márgenes que limitan la capacidad bioproductiva de sus ecosistemas.